En algún rincón de nuestra memoria, hay una risa que nunca envejece, un juego que nunca termina, un sueño que siempre está a punto de cumplirse…
Crecimos, cambiamos, aprendimos… Pero nunca dejamos de ser niños. Solo cambiamos el disfraz.
Porque detrás de cada paso firme, hay un salto de alegría. Detrás de cada traje bien ajustado, hay un corazón que sigue jugando.
En este Día del Niño, celebremos a ese niño que llevamos dentro. A ese niño que sigue soñando, riendo, y disfrutando de la vida… con un disfraz un poco más grande.
Punta Carretas Shopping. Nunca dejaste de ser niño. Solo cambiaste el disfraz.